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Mostrando entradas de marzo, 2012

Cuba y la Cumbre de las Américas

Cuba y la Cumbre de las Américas Las relaciones de Colombia y Cuba han sufrido serias oscilaciones. Unas veces como parte de Hispanoamérica sobre la cual Fidel Castro pretendió ejercer influencias revolucionarias, otras porque el nuestro fue el país donde la subversión armada tuvo presencia más evidente y dañina. No podemos olvidar que el ELN fue fundado en Colombia por revolucionarios de la Juventud Comunista desprendidos de la cantera soviética, que en Santander iniciaron la teoría ‘foquista’ pregonada por Regis Debray, exégeta del modelo fidelista. En 1964, varios insurgentes fidelistas formados y entrenados en Cuba, valiéndose de la ineficiente contrainteligencia militar y policial, implantaron en las montañas selváticas de San Vicente de Chucurí, el primer foco que, según la teoría Debray, debería propagarse sobre las ‘condiciones objetivas’, -marginación, aislamiento, abandono, pobreza, descontento- y, en el caso colombiano, rezagos de la violencia sectaria que dejaron en las zo

Destapes

Destapes Poco a poco las verdades ocultas tras el mandato uribista comienzan a ser conocidas. Y son más terribles de lo que muchos críticos imaginaban. Hace poco el actual ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, se vio obligado a apelar a la excepción de inconstitucionalidad para revocar 300 resoluciones del Incoder, por las cuales tierras arrebatadas a los campesinos por paramilitares, fueron entregadas a sus testaferros. Para Restrepo, los actuales dueños de estos predios “no son más que testaferros de los paramilitares que atemorizaron y sacaron despavoridos a los campesinos”. De acuerdo con él, los 300 casos están debidamente documentados. Incluso fue más allá, al afirmar que “Gentes (sic) muy cercanas al paramilitarismo infiltraron al Incoder”. Y cualquiera puede suponer que lo mismo sucedió en otras esferas del Estado, dada la clase de Presidente y Ministros del gobierno anterior. Informaciones de prensa nos dicen que “hubo cooptación de abogados y gentes cercanas al param

Hoy no atiendo provincia

Hoy no atiendo provincia Este, que es un dicho muy popular en el Perú, bien podría aplicarse a Colombia y a varias naciones latinoamericanas. El centralismo, donde sólo importa lo que pasa en la Capital y lo que pasa en la provincia es secundario, casi despreciable, es característico en nuestro país. Es un mal terrible que rompe la unidad nacional y condena a la mayor parte del territorio a un régimen que pasa de indiferente a despótico. Se ha convertido a la región en dependiente del Estado Nacional, se la trata como a un menor y, en esa medida, se ha ido volviendo así. La concentración de poder en Bogotá, donde están todos los cargos importantes del Estado central y, por supuesto, todos aquellos indirectos que surgen a su lado (las firmas de contratistas estatales, abogados, ingenieros, consultores…) genera la migración desde la región hacia la Capital de los mejores. Tras las mejores universidades sale la mayoría de los buenos estudiantes, en busca de colocarse en las posiciones de

MACROLINGOTES

MACROLINGOTES Así me lo manifestó muchas veces el maestro Fernando Hinestrosa, quien acaba de partir, cuando este diario se apresta a recordar sus 125 años de fundado, un año menos de los que tiene esa Universidad. Nacieron antes y después de la Constitución de 1886, como una respuesta de quienes habían sido derrotados y necesitaban un albergue para conseguir con la ciencia, el estudio y la comunicación lo que no pudieron lograr con las armas. Heredero Fernando Hinestrosa de esa estirpe, por su padre Ricardo y por sus ideas, regentó la universidad hasta la semana pasada, convirtiendo la modesta escuela de derecho de finales del siglo XIX en lo que es hoy: un centro docente no sólo hermoso en su aspecto físico —ubicado en los cerros de la vieja Santafé que caminaba dominicalmente con su amigo Carlos Restrepo Piedrahíta—, sino también por su lustre académico. Jurista, políglota, melómano, consejero, pero también un hombre muy culto que encontraba en la música la explicación de los hecho

El infierno de transmilenio

El infierno de transmilenio Sin embargo, en el metro de la antigua Villa de la Candelaria, aunque a las horas pico constituya una especie de aventura en el infierno subirse a él, nunca se podrá comparar con las desgracias del transmilenio de la capital. El metro de Medellín es querido por la gente, aunque, de vez en cuando, miembros de las barras delincuenciales de pseudohinchas de fútbol quiebren ventanillas o hagan estallar “bomba s-papa” en alguna estación. Cuentan los cronistas que lo sucedido el viernes 9 de marzo en Bogotá fueron las más tumultuosas protestas del transmilenio en su historia. Algunos la han calificado, quizá con exageración, como un “Bogotazo en miniatura”, dada la cólera de los que se levantaron contra el sistema de buses articulados, lo que recordó, según dicen, a los alzamientos del 9 de abril contra el tranvía. Para el alcalde de Bogotá no fue una simple protesta de ciudadanos, sino de “grupos interesados en hacer vandalismo, robarse la plata de las taquillas

La dolorosa enfermedad del descontento

La dolorosa enfermedad del descontento Santosha es la clave de la paz mental. La mente siempre quiere más, es insaciable en sus demandas y voraz en sus deseos. Si le añadimos los estímulos continuos de una sociedad consumista, que nos hace creer que estamos incompletos, que somos inadecuados, que tener más es ser más, los resultados son el permanente descontento, la amargura, la frustración crónica y, en consecuencia, la rabia y la violencia. En Colombia esta dinámica patológica es evidente, y no somos los únicos. Es tan importante ser de buen contento que Patanyali, compilador por excelencia de los aforismos de la sabiduría del yoga, considera a Santosha una observancia fundamental para alcanzar la calma que lleva a la meta de la vida espiritual. Y es perfecto que hable de observancia, pues su aplicación práctica comienza con el entrenamiento de la mente para mirarse a sí misma, como quien atisba de lejos y con sentido del humor a la loca de la casa. Observo los deseos exorbitantes

Mala pinta

Mala pinta Eso fue en campaña, porque una vez fue elegido, con un escaso 23% del voto ciudadano, el alcalde Petro también se echó para atrás y ya anunció que le entregaría la gramilla a los empresarios amigos suyos. Es decir, el alcalde empezó a pagar favores. Fue curioso. Una funcionaria de la administración decía la semana pasada que todavía no se conocían los resultados de los estudios técnicos que mandaron a realizar, pero a la vez indicó que se prestaría el escenario. Si ya lo tenían decidido, acordado, negociado y comprometido, ¿para qué se gastaban la plata haciendo estudios? Poco serio y demasiado sospechoso. Bueno, ya está, ya decidieron entregarle el estadio a la fauna de empresarios locales, los que hoy prometen a Madonna, Beyoncé y otros megaastros, pero mañana lo abrirán para Los Carrangueros y Don Omar. Ahora lo mínimo que se puede pedir es que las garantías, los avales, las pólizas de cumplimiento sean serias, exigentes, bien constituidas, y que no se vayan a convertir

Cada crisis trae una oportunidad

Cada crisis trae una oportunidad La incapacidad de contener el delito, la proliferación de cultivos y exportaciones, situó a Colombia como un país incapaz de afrontar el reto de la droga. Colombia fue tildada como una narco-potencia, y perdió así la posibilidad de debatir las condiciones de la guerra contra las drogas. Los años pasaron y se hizo evidente, que pese a los esfuerzos, el fenómeno tenía su propia fuerza y que la inercia era tan poderosa que difícilmente podría acabarse. Las cifras empezaron a mostrar de manera clara y contundente que la disminución de los cultivos en Colombia suponía el aumento de los mismos en Bolivia o Perú. Mientras hubiera demanda, los cultivos globales se mantenían estables; de manera que la guerra sólo se podía ganar en un territorio nacional, pero no de manera agregada.   Colombia también fue eficiente en la implementación de medidas rígidas para evitar las exportaciones; los radares, en colaboración de los EE.UU., sirvieron para dificultar la salid

Se van a quedar con el aire

Se van a quedar con el aire Si la índole de los contendientes, o al menos sus creencias o sus aspiraciones no cambian, es muy posible que se cometan errores de manera reiterada, con lo cual cada vez se aleja más una solución. Si uno de ellos tiene detrás una tradición consolidada, mucho más difícil que la propia guerra será la tarea de hacerle cambiar.  Los conflictos en Afganistán, con participación de poderes extranjeros, han ocurrido desde tiempos inmemoriales de acuerdo con una lógica implacable. Los locales conocen su territorio y saben sacarle provecho. De manera espontánea se aferran a su visión del mundo y cierran ojos y oídos a unos invasores que jamás terminan de saber qué han ido a hacer allí. Los foráneos parecen llevar en el fondo de su alma el cargo de conciencia de la transgresión y no saben bien ni dónde están ni en qué puede terminar la aventura alocada de haber ido a dar a esos parajes habitados por gente con la que, salvo el encuentro violento, no se puede comunicar

Ciencia y tecnología en el laberinto

Ciencia y tecnología en el laberinto Lo poco que se invierte en Colombia en actividades de ciencia y tecnología refleja el bajo interés no sólo de legisladores, políticos y gobernantes, sino también de un sector privado poco sensible al fortalecimiento de bases imprescindibles para la creación de prosperidad: el conocimiento, el desarrollo científico del país y la capacidad de innovación. “Ahora sí” parece haber sido la consigna de sucesivos planes de desarrollo desde hace cinco lustros. Hay que añadir misiones de CyT en el 90, la de sabios encabezada por García Márquez en el 94 y cambios de adscripción de la entidad a cargo del tema, primero al DNP y, en 2009, a Presidencia de la República. El monto actual de inversión en investigación y desarrollo, rumiado y conocido, es de un triste 0,16% del PIB. El plan de desarrollo, aprobado antes de la sanción del acto legislativo de regalías, dio la señal: entre las locomotoras, la que corresponde a “nuevos sectores basados en la inno

Brasil: ¿vecino distante?

Brasil: ¿vecino distante? Un presidente boliviano señalaba que las relaciones con Brasil se parecen mucho a un partido de fútbol. Aunque aclaraba que “cuando este gigante percibe que le van a hacer un gol, decide retirar la portería”. Ésta ha sido por muchos años la percepción generalizada en el continente. Hoy, en su condición de séptima economía del mundo, se consolida como miembro activo de los BRIC, el grupo de países emergentes que ya explica el 26% del PIB global. En este contexto, sin ser muy activo en tratados de libre comercio, Brasil se perfila como el primer socio de China en la región, al tiempo que fortalece sus nexos políticos, comerciales y de inversión en América Latina. Nuestro país, que presenta larga trayectoria de distanciamiento con este vecino, sólo ha empezado recientemente a cambiar la actitud de recelo generalizado. Me correspondió como funcionario de la Comunidad Andina presenciar el escepticismo de industriales colombianos, con ocasión de la entrada en vigen